Los caminos fáciles no existen.

 

Nunca olvidaré aquella frase que me dijo mi madre cuando aún era un niño: "puedes permitirte tener miedo, todos en algún momento de nuestras vidas tenemos miedo; es normal. Pero lo que no puedes permitirte es ser un cobarde".

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Aquellas palabras en su momento me parecieron ofensivas y de temor para mi pequeño ser, que aduras penas asimilaba con la mentalidad de un infante los problemas que acechaban mi hogar. Aquello quedó sobre la tierra árida de mi alma, como una hermosa semilla, esperando las primeras lluvias del verano.

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Fue poco después que le diagnosticaron cáncer terminal que aquellas palabras volcaron mi mundo de cabeza. Es verdad que tras la muerte de un ser querido existen muchos vacíos, mucho dolor. Pero aquello me permitió madurar, a entender que en la vida cuando ves caer un bello árbol por el paso del tiempo, también puedes ver sus hermosas semillas.

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Ser fuerte o valiente son cosas diferentes que solo la vida puede enseñarte... pero solo te enseña el camino, la decisión final es tuya.

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Luchar por hacer realidad cada sueño, cada propósito, cada meta depende únicamente de ti, de nadie más, eres el resultado de las decisiones que tomaste en el pasado... ¿dime, estás dónde quieres estar?