Mi sobrino André jugaba en el patio de mi casa, cuando de repente se escucho un fuerte estallido. Mi sobrino dio fuerte salto y corriendo hacia mi se repetía en voz baja: "No tengo que tener miedo, soy hombrecito..."
Cuando llego hasta mí, se aferró con fuerza a mis piernas... Temblaba y ceñía los ojos tratando de que el alma no se le escapara... Tal vez no lo noto pero yo también suspiraba tratando de soltar todo el miedo que llevaba dentro.
A mi también me dan miedo muchas cosas; tal vez no son las mismas de cuando tenia 5 años. Por ejemplo, jamás hubiera imaginado que no encontrar trabajo se convertiría en mi peor pesadilla.
Hay muchas cosas que desaparecen a medida que crecemos, pero el miedo no es una de ellas. Se manifiesta con otros colores y formas. Te inquieta y te empuja de la cama a media noche... es el Titán de la vida...
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