Crítica al Modelo de Formación Basado en Competencias en la Educación Superior: Desafíos y Limitaciones.
- Mauricio Maita Herbas
- 30 mar 2024
- 2 Min. de lectura
El modelo de formación basado en competencias ha sido ampliamente adoptado en la educación superior como un enfoque para preparar a los estudiantes para el mundo laboral. Sin embargo, este enfoque presenta desafíos y limitaciones significativas que deben abordarse para garantizar su eficacia y relevancia en el contexto actual.

Imagen: Mauricio Maita
Ambigüedad del objetivo del modelo: Uno de los principales problemas del modelo de competencias es su falta de claridad en cuanto a su objetivo fundamental. Aunque se argumenta que busca preparar a los estudiantes para el mercado laboral, la falta de una definición precisa de este objetivo deja espacio para interpretaciones diversas y, en ocasiones, contradictorias. La ambigüedad en torno al propósito del modelo dificulta su implementación efectiva y limita su capacidad para abordar problemas específicos, como el desempleo y el subempleo.
Limitaciones culturales: Otro desafío importante que enfrenta el modelo de competencias es su falta de consideración por las diferencias culturales y sociales entre regiones. Lo que puede ser efectivo en un contexto determinado puede no serlo en otro, y es crucial adaptar el modelo a las realidades específicas de cada entorno. Esto requiere realizar estudios exhaustivos de mercado y considerar aspectos como las dinámicas socioeconómicas, el desarrollo tecnológico y las prácticas culturales locales. Ignorar estas diferencias puede llevar a una implementación ineficaz del modelo y a una falta de relevancia para los estudiantes y empleadores.
Percepción errónea de la vida profesional: Un aspecto fundamental que debe abordarse es la percepción errónea que el modelo de competencias puede crear sobre la vida profesional. La educación superior tradicional a menudo promueve la idea de que obtener un título garantiza un empleo estable y bien remunerado. Sin embargo, esta percepción no siempre corresponde a la realidad, ya que el mercado laboral es cada vez más competitivo y dinámico. Es crucial que la educación superior prepare a los estudiantes para enfrentar la realidad del mundo laboral, fomentando habilidades como el espíritu emprendedor, la adaptabilidad y la resiliencia frente a la incertidumbre laboral.
Conclusiones y Recomendaciones: En conclusión, el modelo de formación basado en competencias enfrenta desafíos significativos que requieren una atención inmediata. Es fundamental clarificar el objetivo del modelo, adaptarlo a las realidades culturales y sociales de cada región y fomentar una comprensión realista de la vida profesional entre los estudiantes. Solo así podremos garantizar que la educación superior cumpla su función de preparar a los futuros profesionales para los desafíos del siglo XXI.
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