¿Cuál es el camino que debo elegir?
- Mauricio Maita Herbas
- 21 mar 2021
- 3 Min. de lectura

Hace muchos años hubo un mercader de joyas que al pasar de un pueblo a otro, siempre elegía el camino más corto a pesar de saber lo riesgoso que este era. El atajo consistía en pasar por un viejo puente de cuerdas y tablones que pendía sobre la boca de una profunda y mortal quebrada.
Una tarde cuando se encontraba de regreso y pasaba por el puente, la soga reventó y el mercader cayó, sujetando a tiempo un lado de la cuerda con una mano y con la otra sus valiosas pertenencias y el dinero de sus ventas de todo el día. Aún principio las cosas no parecían estar yendo tan mal ya que el peso de su mercadería no era tanta y solo debía esperar a que alguien pasara para ayudarlo a subir.
Las horas pasaron y sol se ponía… Con los brazos cansados y viendo que ya casi no le quedaban fuerzas, tuvo que tomar una decisión, o soltaba su mercadería junto con el dinero… o se aferraba a él hasta quedar en lo profundo de aquel abismo.
Tal vez esta pregunta te suene familiar y estoy seguro que en más de una oportunidad te la hiciste tu mismo. Llegan momentos en nuestra vida en la que debemos tomar una decisión, o seguimos el camino más corto o tomamos el más largo… ¿quieres saber cual deberías tomar?
Tomar decisiones también implica asumir riesgos y responsabilidades, muchas veces pueden parecer simples e insignificantes, y algunas veces, importantes y de impacto; sin importar lo insignificantes o impactantes que estas sean, TODAS, absolutamente TODAS son TRASCENDENTALES.
¿A que me refiero exactamente con TRASCENDENTALES? Se lo explico con un ejemplo…. Hace poco volví a encontrarme con un amigo después de ocho años. Debo admitir que me costó bastante reconocerlo, ya que en la universidad era bastante delgado.
Cuando le pregunte por su problema, me contó que todo había empezado con una hamburguesa y una soda después del trabajo, que en su momento no le pareció nada problemático. Poco a poco empezó a comer más seguido en sitios de “Fast Food” y ocho años después, con 22 Kilos de sobrepeso y con problemas cardiacos, se lamenta por no haber cuidado su salud un poco más.
Toda decisión ejecutada tiene un efecto o resultado, los cambios manifestados pueden ser inmediatos o a largo plazo. Toda decisión es trascendental, es decir, genera un cambio un impacto, un efecto.
J. H. Keeper aseguraba que la esencia de vivir como seres humanos, se sintetiza en la capacidad de tomar decisiones. Que la realización completa del hombre se resume en la toma de tres decisiones, a las que llamó “las decisiones fundamentales” basándose en tres aspectos antropológicos importantes: Espiritual, emocional y físico.
¿En qué creer, valores y principios-que religión elegir? ¿A quién amar-con quien vivir? ¿Qué profesión elegir-de qué vivir? En teoría, si puedes resolver cada una de esas interrogantes, tomando la decisión correcta para cada aspecto, se puede llegar a una realización personal más plena. ¿Pero como se toma una buena decisión?
No debes elegir el camino corto, ni el largo… debes entender que siempre existen más alternativas. Tomar una decisión puede tomar tiempo, debes tomar el tiempo necesario y buscar la mayor cantidad de información posible… ¿Cuándo sabes que estás tomando la decisión correcta? Cuando te sientes seguro de que tu elección es la correcta.
Aprender a toma buenas decisiones, también implica tomar malas decisiones, la experiencia es el mayor recurso al que uno puede acudir para tomar decisiones. El sentir temor es normal ante la toma de decisiones importantes, pero no debemos dejar que el miedo nos impida tomar la decisión correcta. Siempre acude a alguien para escuchar sus experiencias, sobre todo aquellas personas que tienen buenas experiencias.
Comentarios