top of page

UN TIEMPO DIFERENTE

Actualizado: 25 mar

¿ESTÁS CANSADO PAPÁ?

Recordaba a mi padre que siempre solía llegar a casa al anochecer. En ocasiones, trepaba a lo alto del molle que estaba a la entrada de la casa, solo para verlo llegar, algunas veces en su bicicleta y en otras, a pie... Casi siempre a la misma hora, al mismo ritmo y con la misma expresión en su rostro... ¿pero sabes que es lo curioso? Que cuando el llegaba, era casual escucharlo decir: "tengo sed... tengo hambre o tengo un poco de sueño". Pero nunca, jamás lo escuche decir "estoy cansado".


Hace algunos años atrás le pregunté porqué nunca admitía estar cansado, si lo estaba; o por que nunca lo dijo aún cuando se lo preguntábamos; bueno el me respondió de está manera:


"No me puedo cansar... porque estaría reconociendo que lo que hago no vale la pena... Quiero pensar que cada segundo ha sido bien invertido, desde que me despierto, hasta que me voy a dormir. Un hombre jamás puede decir "estoy cansado", porque entonces ¿Qué les entregas a tus hijos si te piden jugar un partidito de futbol en el patio?, ¿Qué le dices a tu hijo si te pide ayuda con la tarea?, ¿Qué le das a tu mujer si te pide que le hagas el amor...? ¿Qué le entregas a tu familia, si son ellos quienes más te necesitan...? No puedes dejar que el trabajo te deje cansado; por que habrás fallado como hombre y pasaras a la espera de que otro que no lo este, venga a ocupar tu lugar."

Yo también quiero creer en días como estos, cuando me siento consumido y fatigado, que ha valido la pena, que hice de mi día algo productivo para sentirme satisfecho, pero no para descansar. No para llegar a casa y echarme sobre la cama sin saber en qué se han ido otras 24 horas de mi vida, sino para recordarme cada día que las pequeñas acciones hacen grandes diferencias en tiempos de escases.


 
 
 

Comentarios


bottom of page